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Posts Tagged ‘educación’

Inmersos en un clima general de desafección, de desilusión y de descrédito de la política por la crisis y también por la inoperancia de los gobiernos de Zapatero y del tripartito, hacer de una sonrisa la imagen de Convergencia i Unió en un año electoral no es una decisión frívola ni la visualización de que todo está ganado. No lo está y no será fácil lograrlo. La crisis ha devastado el tejido económico y sólo un gobernante como Zapatero que ha hecho del optimismo una patología y no una virtud puede ver la vida de color de rosa. No es nuestro caso. Hemos alcanzado la tasa más alta de paro de los últimos doce añosCatalunya es la comunidad que más puestos de trabajo ha perdido- y ahora el gobierno propone retrasar dos años obligatoriamente la jubilación.

En CiU sabemos que atravesamos tiempos difíciles y que la inacción y el buenismo no son instrumentos para superarlos. La parálisis de sus gobiernos ha situado a Catalunya y a España en la cola de la recuperación económica europea y allí seguiremos estando si no cimentamos el futuro con las reformas estructurales necesarias en nuestro tejido productivo.

Nuestra sonrisa no es la del inconsciente, sino la de quien sabe que sólo haciendo las cosas bien se obtienen recompensas. Es el reflejo de una actitud y de un estado de ánimo. Es la sonrisa que sólo da la satisfacción del trabajo duro, del esfuerzo, del sentido común, de la excelencia. Es la que aparece tras la lucha ardua para lograr unos objetivos que mejoren la situación de todos. Es la sonrisa de quien vence adversidades y puede, además, ayudar a superarlas a quien tiene a su lado.

Por ello, CiU no quiere convertir la cita electoral del próximo otoño – en la que Catalunya decidirá su futuro gobierno- en un rosario de reproches de lo poco y mal que ha hecho las cosas el tripartito. No queremos exponer los errores e incumplimientos de un gobierno descohesionado y preocupado, por encima de todo, en mantener poltronas y cuotas de poder de sus tres formaciones políticas. Quien quiera conocer el talante y la incapacidad del tripartito no tiene más que buscar en las hemerotecas.

Podríamos hacerlo – sería legítimo-, pero nuestra apuesta es otra: la de construir desde el rigor un futuro inmediato que ofrezca más oportunidades para todos. Nuestra apuesta es facilitar la reincorporación de tantos y tantos desempleados al mercado laboral. Es la de la educación y la formación para fomentar la ocupación juvenil. Es la de flexibilizar las condiciones para facilitar la contratación. Es también de soporte decidido a los emprendedores, con medidas fiscales, con ayudas a la financiación, con más apoyos y menos palos entre las ruedas. No concebimos una Catalunya próspera sin los pequeños y medianos empresarios que han hecho grande a nuestro país. Sabemos que atraviesan una situación difícil porque la crisis global no ha sido afrontada aquí con la decisión y acierto de otros países que ya vislumbran la luz al final del túnel mientras Catalunya y España siguen sumidas en la oscuridad.

Nuestra apuesta es, pues, en primer lugar, recuperar la senda del crecimiento económico y con él la creación de empleo. Y pasa también por el apoyo activo a la familia con ayudas directas. No será fácil. Saber lo que se quiere, conocer los mecanismos que hay que usar, contar con el apoyo de una sociedad que sabe que sólo el esfuerzo garantiza un buen resultado nos hace ser optimistas. No tenemos nada ganado, porque sabemos que el triunfo sólo se forja con el trabajo duro del día a día, pero trabajaremos para que sea realidad.

También sabemos que el futuro debe encararse con ilusión y que se empieza a ganar con una sonrisa, con la que dibuja la certeza de que si todos trabajamos al unísono, sin buscar beneficios partidistas, aceleraremos la derrota de la crisis. Esa es nuestra única receta: un gobierno fuerte que ofrezca y exija sentido común y trabajo, trabajo y más trabajo. Con estos ingredientes, Catalunya ganará terreno. No lo debe seguir perdiendo y, por tanto, ¿qué menos que ofrecer a todos una sonrisa de esperanza y de optimismo ante el futuro para hacer posible lo que creemos necesario?  Esa es nuestra intención y nuestro mensaje.

Es necesario que Catalunya recupere la ilusión para que las personas se involucren en la política. CiU puede canalizar esta ilusión como la mejor alternativa para gobernar un país, que requiere ambición y voluntad de volver a comenzar, para volver a ser uno de los motores de Europa.

Publicado en el diario El Mundo

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Artículo aparecido en “El Mundo”

Cuando en medio de una negociación bilateral una de las partes va fanfarroneando de lo mucho que conseguirá, mala señal: o es un inconsciente, o está intentando vender una moto. Me escaman las declaraciones que se lanzan desde el PSC anunciando las bondades de la nueva financiación para Catalunya cuando el tripartito y el gobierno central lleguen a un acuerdo.

Escama porque, antes de cerrar un trato, hay que mantener cara de póquer para obtener lo que se pretende. Escama porque hay una ley de obligado cumplimiento, el Estatut, que marca las directrices de la financiación, y los socialistas catalanes no le hacen referencia en sus explosiones de optimismo. Escama porque desde el Gobierno español se glosa la cifra final anunciando que será superior a la media española, cuando nadie pide ni más ni menos sino lo que dicta la legislación. Inquieta, en fin, porque Zapatero es invencible poniendo fechas y plazos para incumplirlos sistemáticamente con Catalunya.


A fuerza de repetirse, una acaba conociendo los mecanismos del PSC tripartitario. Cuando las cosas pintan mal, lo primero que señalan es que con CiU tampoco era la panacea; lo segundo que hacen es amenazar con usar la fuerza de sus 25 diputados en el Congreso de Madrid; lo tercero, decir que, si no se consigue el objetivo perseguido por la Generalitat, las relaciones con el gobierno de Madrid no podrán seguir siendo las mismas; y lo cuarto, certificar que de todo lo dicho anteriormente nada de nada, salvo recordar que tampoco CiU logró todo lo que se propuso. Obvian, por supuesto, que la situación política era totalmente diferente con una mayoría absoluta del PP y sin ninguna dependencia de los votos de CIU, pero en la actualidad el PSOE depende de los votos del PSC. También es importante destacar que si por alguna cosa hemos hecho el Estatut es precisamente para poder tener un acuerdo de financiación mucho mejor que el del 2001.

En esta fase nos encontramos ahora cuando se acerca el final de la negociación interminable de la financiación de Catalunya, un tema de fácil cumplimiento si se aplica la ley y tremendamente enrevesado cuando se ha tratado de interpretar con el criterio del café para todos. No es lo que queremos. No lo quiere CiU y no lo contempla el Estatut aprobado por el Parlament, por las Cortes Españolas y refrendado por el pueblo de Catalunya.

Insistimos en que no pedimos más de lo que dicta la ley, pero no debemos, ni podemos conformarnos con menos. El día 15 está a la vuelta de la esquina por lo que -si nos creemos que se respetarán los plazos fijados- el acuerdo sobre financiación (bueno o peor) será un hecho o ya no será, pero se dejará de marear la perdiz en un tema clave para la sociedad y que a fuerza de politizarlo y eternizarlo la ha acabado cansando y aburriendo.

Por ello conviene recordar que cuando hablamos de financiación, lo hacemos de inversiones públicas, de desarrollar la ley de dependencia, -esa idea de Rodríguez Zapatero que en todas sus iniciativas promete el oro y el moro pero pagando otros, y que ha defraudado a tantas familias necesitadas. Financiación también es invertir más en educación, dotar con más y mejores servicios a la sanidad, mejorar las infraestructuras viarias en las que se tienen competencias, poder financiar un transporte público más eficiente, ayudar con mayor efectividad y rapidez a los pequeños y medianos empresarios. Una financiación justa permitirá a Catalunya ser un país más eficiente en sus servicios, más sólido en lo económico y más justo en lo social. Por ello, hasta el 15 de julio sería bueno que, en lugar de vender osos antes de haberlos cazado, el PSC se aplicara a las labores de negociación para que al final el resultado sea aceptable.

Otra situación ni siquiera cabe planteársela, porque es mejor no llegar a ningún acuerdo que alcanzar uno que nos quede corto a las necesidades, a las de usted, a las de sus familiares y amigos, a las de sus vecinos, a las de los mayores, jóvenes y niños, a los de los enfermos, a las de los parados, etc. La financiación va en último término destinada a usted, a ellos, a nosotros… Si es buena, será buena para todos pero si ahoga, sépa que nos ahogamos todos.

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